La historia de cómo elegimos el nombre del bebé

Cuando sabemos que vamos a ser papás miles de dudas se amontonan en nuestra cabeza ¿Cómo será? ¿A quién se parecerá? ¿Lo haremos bien? ¿Será difícil? ¿Estará todo bien? ¿Seremos buenos papás? Y un laaaaargo etc, miles de millones de preguntas.

Para nosotros una de las decisiones más difíciles fue elegir el nombre. Hoy queremos compartir con vosotros cómo llegamos hasta elegir el nombre perfecto.

Siempre he pensado que cuando eliges el nombre, de una forma u otra, estás destinando. Aunque solo es una palabra, es la palabra que va a representarle y a acompañarle el resto de su vida. ¿Hasta qué punto un nombre puede definir tu futuro? No, no hablo del futuro de «Todos los Pepes son altos, simpático y amables»; sino a lo que transmite tu nombre y las connotaciones que conlleva el nombre. Os lo digo con conocimiento de causa ya que mi nombre siempre ha necesitado una aclaración. ¿Es vasco? ¿De dónde viene? ¿Con «H» al principio, al final o intercalada?

Bien, pues después de explicaros todos mis pensamientos vamos a centrarnos en cómo lo hicimos nosotros.

Nunca hemos sido de esas personas que tenían claro como se llamarían sus hijos. A papá siempre le había gustado un nombre de origen inuit «Anori». Su significado es «viento». Pero, es verdad que no me terminaba de convencer un nombre tan exótico, desconocido y un poco difícil. Entonces me propuso que hiciera una lista con 10 nombres que me gustaran y entre ellos podríamos decidir cuál nos gustaba a los dos.

Para hacer esa lista me guíe de lo que sí tenía claro.

  • Quería un nombre que no fuera muy largo.
  • Que fuera original pero a la vez conocido.
  • Que sonará bien con nuestros apellidos.
  • Que tuviese un significado propio.
  • Intentar no repetir nombre de nuestras personas cercanas.

Algunos de los nombres de la lista eran Anna, Emma, Lara, Maia, Nora, Vera…

De entre esos nombres, uno de los que más me gustaba era Nora. Tenía muchas cosas a su favor; se parecía mucho al que le gustaba a papá, cumplía los puntos por los que me guiaba y a mí me traía buenos pensamientos, ya que una de mis antiguas alumnas de las que guardo un bonito recuerdo, se llama así. A papá fue el que más le gustó de la lista. Aún así, nos costó pensarlo mucho hasta que al fin nos decidimos.

Toda la familia y amigos estaban con la incógnita de cómo se llamaría nuestra pequeña. Tardamos en decidirnos y hasta el último trimestre no lo tuvimos claro. Con deciros que cuando le contamos el nombre a nuestros amigos abrieron una botella de cava!!!

¿Y a vosotros? ¿Os costó mucho decidir el nombre de vuestros pequeños?

 

2 comentarios en “La historia de cómo elegimos el nombre del bebé

  1. A nosotros nos costó elegir el del peque un montón, queríamos un nombre no muy largo, original, más bien rarito y todo, somos así. El de niña lo teníamos claro, sería Akane, pero nos salió niño, y no nos decidíamos por ningún nombre. No fue hasta el tercer trimestre, que nos decidimos por Elay (una variante de Elías, en galés). Significa defensor de los hombres y todavía no he escuchado otro niño que se llame igual. Eso sí, la gente se confunde con Eloy, pero bueno, ya sabíamos q pasaría…

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