Hola otra vez. Hoy os quiero contar cómo viví el nacimiento de Nora.
El 14 de diciembre de 2016 estábamos tan tranquilos durmiendo, cuando de repente mami-mamita se despierta y me dice que tiene que ir a hacer pipí. Vale, genial, haz pis y vente otra vez a la cama, que es Diciembre y es muy temprano y aquí se está tannnn calentito…pues no, Nora decidió no dejarnos dormir aquel día.
Mami mamita me llamó desde el baño y ya no sé ni lo que me dijo, pero debió de ser algo así como -«ya viene, vámonos al hospital»- se había roto la bolsa. Y no, no era como en las peliculas. No parecía que se iba a desatar un tsunami, ni mucho menos!
En esos momentos me costó reaccionar, he de admitirlo. La bolsa¡¡ Vale, ok, la bolsa la tenemos… Los papeles del embarazo¡¡¡, Vale, ok, en la bolsa…el desayuno¡¡¡no, hoy no toca..así que mami se dio una ducha mientras yo terminaba de atender al perro (ese día dimos el paseo más rápido del mundo, bajar, hacer pipi en la farola de enfrente y para arriba) y nos fuimos al hospital.
Me voy a tomar un tiempo para contaros la odisea del aparcamiento.
El hospital de Guadalajara deja bastante que desear a la hora de aparcar. No hay un sólo hueco a partir de las 7 de la mañana y es casi imposible aparcar a la primera. Dejé a mami-mamita en la puerta de urgencias y me fui a aparcar. Ví cómo un señor llevaba las llaves en la mano y directamente le pregunté (muy educado yo y apenas nervioso, como os podéis imaginar)-«diculpe, ¿se marcha?»-, -«sí claro, pero tengo el coche en el parking de arriba y está lejos»- , -«MI MUJER ESTÁ DE PARTO, SUBA Y LE LLEVO HASTA SU COCHE¡¡¡»- y el hombre se subió y me dejó el hueco. Desde aquí, decirle que estoy y estaré super agradecido.
Al llegar de nuevo a Urgencias, ya la habían subido a monitores. De camino, me encontré con el cuentacuentos Pep Bruno (que es maravilloso y buena gente) y quizá por el valor que da la paternidad o por los nervios, me fuí hacia él y le dije: -«hola Pep, tu no me conoces pero yo a tí si. Mi mujer está de parto, se llama Aroa y nada, que eres la única persona que conozco aquí, que estoy muy feliz y que me hacía ilusión que lo supieses»- He de decir que ese mismo día, en un mensaje privado de facebook, el propio Pep se preocupó de dar la enhorabuena a mami-mamita. Que cosas¡¡¡
Ya una vez en monitores, comenzó todo. La alegría, los nervios, el no saber qué hacer, la emoción, la intriga, el dolor de barriga (literal, un come-come en el estómago que me duró todo el día). De monitores, al paritorio y a esperar. Allí un montón de pruebas, de pitidos, de consultas..
Aprovechando que me indicaron que debía salir fuera para poner la epidural, aproveché a llamar a la familia. A mi padre, a mis suegros y a mi prima. Nadie más. CONSEJO para papás novatos. Si les decís que no vengan, no servirá de nada, así que mejor decirles que vengan, que ya les irás informando.
En el paritorio, la larga espera, pues regulera, no os voy a mentir. Menos mal que nuestra matrona, muy amable, me dijo -«anda, vete a comer y coge fuerzas que luego no vas a poder salir»- debe ser que a todos nos pasa.
Entró la matrona para decirnos a la hora que ella pensaba que llegaría Nora. Y a partir de ahí todo pasó muy deprisa, aunque estuvimos así 4 horas. Empezamos a empujar, y digo empezamos porque creo que fue importante asistir a las clases de preparación al parto. Aunque yo pensaba que había sido un buen alumno y lo tenía todo claro, ¡mentira!, en esos momentos hubiera deseado tener apuntes, incluso haber hecho chuletas. Hice lo que pude, intenté motivarla cuando estaba agotada de empujar, acompañé sus pujos, agarré sus manos para que hiciese más fuerza, ayudé a colocarse para estar más cómoda…lo que pude. Mientras, por las ventanas de cristal translúcido, podría ver las cabezas de la familia intentando escudriñar algo y eso me hacía mucha gracia, con sus manitas pegadas al otro lado del cristal.
Aprovecho por primera vez para contar que realmente estaba nervioso, muy nervioso. Me costaba mantener la calma, pero algo me decía que si mami me lo notaba, iba a ser peor. Creo que a los otros papi papitos de los box de al lado, les pasaba lo mismo. Nos mirábamos con sonrisillas cómplices cada vez que salíamos a la zona central. Mientras tanto, los demás bebés que nacerían aquel día, venían al mundo y se escuchaban los llantos y los suspiros de alegría.
Llegó la hora. Nos pasaron a la camilla de parto. -«El padre detrás, con la madre»-, -«venga, empuja»-, -«otra vez, fuerte»-, y allí un montón de personal sanitario. Yo me asomaba de vez en cuando y miraba una cabecita llena de pelo, y me volvía rápido con mami para contarle. Para que se riese le decía -«una mona¡¡, vamos a tener una monita llena de pelo¡¡»-pero tenía mucho dolor y pocas ganas de reir.
Nora no nacía. La matrona se subió encima de mami después de explorarla y después de un empujón bestial y un pequeño corte, salió, nació, llegó…..
Yo la ví en manos de las enfermeras, una cosita pequeña, sanguinolienta, que se llevaron rápido para limpiar. Suspiré y me acerqué a la matrona. Sólo pude mirarle a la cara y darle las gracias.
Entonces empezaron a coser a mami, que se había hecho mucho daño en el parto. Me quedé con ella. Sabía que Nora iba a estar en la incubadora un ratito para que entrase en calor y allí iba a estar bien. Así que me quedé con mami hasta que acabaron.
Cuando nos llevaron otra vez al box, salí a las incubadoras y me dejaron entrar. LLoré, si, no quiero ocultarlo. Nora estaba bien y ya estaba toda la familia en los cristales de la sala de neonatos (haciendo lo mismo de las cabezas y las manitas, muy graciosos).
Me volví con mami a contarle que era muy pequeña, que le habían puesto un gorrito, «que no, que no era una monita, que era una niña preciosa»….nos besamos, nos cogimos de la mano y creo que nos pusimos a llorar.
Al rato nos subieron a la habitación y ya pasó por allí toda la familia, los abuelos, los tíos, la bisabuela…faltaba el perro. Alegría, fotos, bombones, jamón (CONSEJO para papis novatos, preparad jamón para ese momento, siempre funciona), llamadas a los amigos, etc…
Un rato más tarde se fueron y nos dejaron a los tres solos y entonces, empezó la magia otra vez, ellas dos dormidas en la cama y yo en una butaca, a su lado, cerquita…aquella noche dormí poco, porque no podía parar de mirarlas….
CONTINUARÁ….
Precioso relato, siempre estamos acostumbrados a que el jarre la Mami y esta genial acabar con estos tópicos!! Me encantó
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Muchas gracias! A ver si se animan más papás! 😊😊😊
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Ohhhh!!!! Que bonito!!! Me ha encantado tu forma de contarlo.
Y si da igual que digas a todo el mundo que no vayan al hospital, aparecen igual.
Un saludo.
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Muchas gracias por leer! sí, no sirve de nada…
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Qué lindo leer la mirada de un papá el día del parto. Muchas gracias por compartir tu experiencia, es súper alentador!
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Gracias a ti por leerla
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Que historia más Preciosa!! Se me ha arrugado el corazón y con ese final ni se diga… bravo!
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Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado
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Qué hermosura!!! Leer a un papá expresar su punto de vista es algo que nunca había leído. Es tan real y es que todo el mundo se olvida de los papás y los nervios que le dan! Lo de los familiares es así tal cual jajajaja van a llevar si o si!
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Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado
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Bonito relato desde el punto de vista de papá. Qué rápido pasa todo con lo bonito que es la verdad.
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Sí, aunque en ese momento no parece que pase tan rápido. Gracias!
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Es una visión totalmente distinta a la de nosotras. Mi marido, practicamente es el que lo cuenta porque yo estuve muy malita y me acuerdo de pocas cosas. Me ha encantado este post.
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Anímale para que lo escriba! Seguro que será bonito leerlo! 😊
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Me ha gustado mucho tu crónica, casi me he emocionado, ésos recuerdos son muy tiernos y cargados de emoción.
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Se recuerdan con tanta emoción y eso he intentado transmitir. Gracias
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Me ha encantado el post! Ellos son los más ignorados en el parto pero sufren muchísimo por la mami y por el bebé.
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Así es. Gracias
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Que hermoso! Me encanta la idea creo que pondre a mi esposo a relatar ese dia para que algun dia mi hija lo lea 🙂
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Sí, seguro que será muy bonito
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Que hermosura de relato, la mirada y palabra de papá siempre es necesaria!
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Siempre! Gracias
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Bueno que faena lo del estacionamiento. Y que alegría leer todo el desarrollo y el final puede «la monita llena de pelos» jajaja qué ocurrencia
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Si jaja! Toda una historia para recordar
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Que relato tan emotivo! me encanta poder saber como lo viven los padres. Muchas gracias por compartirlo
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Gracias a ti por leerlo
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Qué bonito es poder leer como lo vive papá!! Ellos también son protagonistas de la historia de ese día, y viven un cúmulo de emociones que es genial que compartan con nosotras. Excelente post
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Muchísimas gracias! Espero que se animen más papás a contarlo
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Me ha encantado por fin leer la experiencia del parto a través de los ojos del papi. Muy buen post!!
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Muchísimas gracias!
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Que hermoso sin duda una historia de amor . Caso lloro de emoción
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Muchísimas gracias
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Aquí me teneis llorando de la emoción. Que preciosidad de post, que bonito leer lo que siente el padre en esos momentos. Me ha encantado, de los mejores post que he leído nunca.
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Muchas gracias. También me emociona que te guste. Lo escribí con el corazón
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Pero que hermoso 😍 como lo cuentas, como lo imagino, como en realidad fue; es lo más hermoso y lo más increible, las mejores sensaciones y experiencia de mil emociones a la vez!
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