Este fin de semana hemos estado en casa de unos familiares que han suplido el problema de la seguridad en la escalera de su casa con una idea que nos ha parecido super original.

Nuestros familiares tenían los dos problemas que tienen los papis novatos y no novatos con las escaleras de su casa.

Uno, un niño inquieto con poco equilibrio y menos sentido del peligro y, además, demasiadas ganas de explorar, trepar, subir, bajar…y dos, las medidas. Como todas las casa son diferentes, las barreras de seguridad no se adaptaban a sus escaleras. O grandes ,o pequeñas, o largas ,o cortas….

Para arreglar este último problemilla, se decidieron a construir unas barreras que hiciesen de puerta en la escalera y con ella, evitar que las aventuras del peque se convirtiesen en una temeridad.

Empezamos.

• Una tabla de la misma medida que las hojas de la puerta. Esta tabla nos servirá para unir la puerta a la pared.
• Tornillos, para asegurarlo todo.
• Tacos, para asegurar la puerta a la pared
• Dos puertas de madera de armario, con celosías o sin ellas pero lo más ligeras posible. Las tienen en tiendas de bricolaje tipo Leroy, Bricomart, etc…
• 3 Bisagras de cazoleta (a veces de los muebles viejos de Ikea..) También en tiendas de bricolaje.
• Taladro, brocas para cemento y madera
• Destornillador.
• Lija, para lijar todas las pequeñas astillitas o dar suavidad a los cantos.
• Cerrojito para dejar cerrada la puerta.

IMPORTANTE: si vais a construir dos vallas, una para la planta de abajo y otra para la de arriba, necesitaréis el doble de materiales. (dos taladros no, ni dos destornilladores, pero 6 bisagras sí y también 4 puertas y dos tablas)

Empezamos midiendo el hueco donde queremos que vaya la puerta. Debemos dejar un espacio para la tabla que va en el lado de las bisagras. Tampoco es bueno que queden al milímetro en la parte del cerrojo.

Atornillamos las puertas a la medida deseada, una con otra. Hemos de ser conscientes de que no debe quedar ninguna punta o astilla con la que los pequeños se puedan hacer daño.

Medimos el lugar y la altura donde queremos que vaya la tabla de bisagra. Es importante que quede bien unida a la pared para evitar que se descuelgue con los juegos de los niños (tienden a colgarse de las puertas). Hemos utilizado 4 tornillos con sus tacos.

Atornillamos las bisagras a la puerta. Para ello, si hemos elegido puertas de armario, probablemente tengan los agujeros para meter la cazoleta de la bisagra, si no, tendremos que hacerlo con una fresa para taladro de la misma medida que la cazoleta.

Donde nos pida la medida, atornillaremos a la tabla que hace de quicio, con lo cual queda la estructura anclada a la pared.

En el otro lado, podemos colocar el cerrojo, en el lado interior de la escalera, lejos de esas manitas que todo lo exploran. Hemos optado por taladrar directamente a la pared para que encaje el cerrojo. Cuando no utilicemos más la puerta, podemos rellenar de masilla y lijar. En una casa con pequeñuel@s correteando, terminaremos pintando de todas maneras, así que un agujero más o menos, al cabo del tiempo, da igual.

El resultado, pues lo podéis ver, unas puertas la mar de chulas a las que sólo podemos ponerlas una pequeña pega. Los listones, en vez de horizontales, estarían mejor en posición vertical, ya que colocados como están, hacen que trepar por ellos sea más fácil, pero perderíamos altura con el modelo de puertas que hemos elegido.